lunes, 22 de julio de 2013

Champa y unos amigos

Entre Algorta y Sopelana, hacia 1949. Foto de Ángel de la Iglesia.

La reciente publicación de la Obra Completa nos lo vuelve a acercar. En algún momento (hace diez años ya de ello) quise cumplir con la solicitud que Juan José Lanz, como coordinador de un monográfico de la revista Ínsula, me hizo para que situara el ambiente y las relaciones de amistad establecidas entre los responsables de la revista bilbaína Champa y el autor. No sé si cumplí con acierto el encargo (que entendí básicamente evocativo). Vinculo ahora el presente pie de página a una reproducción que corrige cierto dato equivocado. Con suerte puede que satisfaga la curiosidad de algún lector de este Añalejo que por oscuras razones pudiera interesarse en detalles vaga e ignorantemente rememorados por quien escribe de un cierto ambiente del Bilbao de finales de los 40 y principios de los 50 del que no habría más testimonio si es que nos atenemos a las biografías habituales del poeta. Valga entonces como una simple «curiosidad».

Quizá con todo ello no haga más que insistir, por desgracia y una vez más, en otra de las muy olvidables variaciones de ese género vitando contra el que prudentemente ya nos avisa la Introducción a la Obra Completa, y que es aquel de «los chismes, las anécdotas o las leyendas»; pues contra él siempre conviene precaverse.

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Blas de Otero, Obra completa, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, Barcelona, 2013. 

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Cariñosas las observaciones